El debate del Presupuesto 2025 sigue en suspenso, ante la negativa del Gobierno a acceder al reclamo de los gobernadores. Las conversaciones informales que se llevaron adelante naufragaron de manera estrepitosa, a pesar del gesto de los mandatarios provinciales para ayudar al oficialismo a que fracase la sesión de este martes en la que se iba a rechazar el DNU sobre canje de deuda y del amague del Ejecutivo nacional de incluir la "Ley de leyes" en el temario de una eventual convocatoria a sesiones extraordinarias.
El resultado no fue el esperado, al menos está muy lejos del que trazaron los gobernadores, en especial del PRO y la UCR, que fueron los que se mostraron más activos en el terreno parlamentario. Su intromisión en la Cámara de Diputados fue tal que empezó a generar malestar entre los legisladores de sus respectivos partidos. "El problema es que son demasiado jóvenes", dijo un diputado con larga trayectoria y mucho recorrido por los pasillos del Palacio Legislativo, en alusión a la falta de experiencia de muchos de los mandatarios provinciales.
Cuando desde el oficialismo empezaron a esparcir las versiones de que tenían interés en reactivar las negociaciones en torno al Presupuesto para el año próximo, los mandatarios decidieron hacer un esfuerzo más y bajaron la orden a sus diputados de que no den quórum para la sesión fijada a las 15. El DNU 846, referido a la reestructuración de la deuda, tenía que quedar en pie. Sin embargo, ninguno de los gobernadores fue citado a Balcarce 50, ni les llegó un ofrecimiento en concreto.
Los mandatarios provinciales nucleados en lo que antes era Juntos por el Cambio dejaron por escrito su enojo, luego de que desde el oficialismo les habían adelantado que si llegaban a un acuerdo, se convocaría a sesiones extraordinarias para tratar la "Ley de leyes" y finalmente nada de eso sucedió.
“Tenemos la firme convicción de que el Gobierno nacional debe contar con esta herramienta de gestión para consolidar la creciente confianza de los mercados, seguir avanzando en la lucha contra la inflación, generar confianza en los inversores y, como corolario, generar puestos de trabajo en el sector privado”, señalaron los diez gobernadores a través de un comunicado. Y remarcaron que a pesar del "ajuste fiscal" que realizaron en sus respectivas provincias, no hubo "avances" en los pedidos que vienen realizando a la Casa Rosada.
Entre esas solicitudes está la Compensación del Consenso Fiscal 2017, el pago de la deuda de las cajas jubilatorias, la eliminación de las asignaciones específicas del Impuesto a los Combustibles Líquidos y “la reducción del aporte que realizan las provincias con sus recursos a los salarios y financiamiento” de la AFIP, que fue disuelta.
“El equilibrio fiscal es innegociable, tanto como el cumplimiento de la ley. No dejemos pasar esta oportunidad, la mayoría de los argentinos no quiere regresar al pasado, y asumimos nuestra responsabilidad y compromiso para seguir acompañando en este camino”, puntualizaron los gobernadores.
El documento lleva la firma de Gustavo Valdés (Corrientes), Leandro Zdero (Chaco), Jorge Macri (CABA), Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Marcelo Orrego (San Juan), Claudio Poggi (San Luis), Ignacio Torres (Chubut), Alfredo Cornejo (Mendoza), Carlos Sadir (Jujuy) y Maximiliano Pullaro (Santa Fe).
Las versiones de que el Gobierno llamará a sesiones extraordinarias se fue desvaneciendo con el correr de las horas, aunque fuentes del oficialismo -de Diputados y del Ejecutivo nacional- señalaron a BAE Negocios que Javier Milei podría dar igual ese paso, pero sólo para debatir la eliminación de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias y la modificación del financiamiento de los partidos políticos.
Los libertarios apuestan a que conseguirán avanzar con la aprobación del Presupuesto sin introducir cambios sustanciales, ante la desesperación de los gobernadores y la división de las distintas fuerzas en el Parlamento y, en caso contrario, juran que están dispuestos a prorrogar por segundo año consecutivo el que diseñó Sergio Massa en 2022.
Hasta ahora, bajo ese discurso, el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, consiguieron disciplinar a los gobernadores y frenar los debates que les son incómodos, como el del DNU 846 pero además manejar los tiempos para meter presión al resto con temas que generan rechazo entre sus principales aliados -el PRO y la UCR-, como la eliminación de las PASO.
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