La motosierra golpeó de lleno en el empleo estatal durante el 2024: nuevos datos del Indec mostraron que entre noviembre del 2023, justo en la previa a la asunción del presidente Javier Milei, y diciembre del 2024, se despidió a 41.309 empleados públicos, sumando a la administración pública y las empresas y sociedades del Estado. Se trató de un ajuste a dos tiempos: además, los salarios públicos cayeron un 14,5% real a lo largo del período. Todo eso permitió un recorte del 20,3% real acumulado en el gasto en salarios durante el 2024. Representó un 9% del ajuste fiscal que permitió terminar el año en equilibrio por primera vez desde 2010.
El Indec publicó el informe Dotación de personal de la administración pública nacional, empresas y sociedades, correspondiente a diciembre, que arrojó que el año pasado terminó con una planta de 302.045 empleados públicos, lo que significó una caída de 41.309 puestos de trabajo estatal en la comparación contra noviembre del 2023, cuando habían totalizado 343.354 empleados. En aquel 2023 la plantilla había iniciado enero con 339.128 empleados, lo que venía demostrando una trayectoria lenta pero creciente, justo antes del shock de ajuste que llevó a una contracción del 12% en la planta de estatales.
En un año en el que las tensiones entre el Gobierno y los empleados públicos estuvieron fuertes, con la aplicación de un examen de idoneidad lanzado por el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, que, irónicamente, arrojó una aprobación del 95% entre los 9.000 estatales que lo realizaron hasta el 20 de diciembre pasado, lo cierto es que el ajuste del gasto fue una clave del programa económico oficial. Ayudó a reforzar el escenario recesivo, lo que sirvió para colaborar con las otras anclas fundamentales que le pusieron un tope al consumo y la inflación: el dólar atrasado luego del overshooting de diciembre del 2023 las tarifas por encima del IPC, pero menos que lo pautado inicialmente y los salarios todavía hoy 5% por debajo de los niveles de noviembre del 2023.
Justamente, la contracción del gasto público, que casi en un 10% (en rigor, en un 95) se basó en el recorte a los empleados del Estado que sometidos al examen de idoneidad masivamente aprobado, fue por dos vías: además de la caída de puestos de trabajo, fue el sector público el que mayores recortes de sueldos sufrió. El Ínforme de Salarios del Indec, con datos hasta noviembre, mostró justamente una contracción real del 14,5% entre noviembre del 2023 y el mismo mes del 2024. Es decir, además de que no recuperaron lo perdido en el medio, a fin de año seguían ganando muy por debajo de que obtenían en la previa.
Así fue que, según datos del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), el recorte del gasto público en salarios fue del 20,3% real. A pesos de diciembre del 2024, el Gobierno se ahorró $3,8 billones de pesos por esa vía, solo superada por el recorte en jubilaciones, que explicó el 19% del ajuste total del 2024 la obra pública, que explicó el 15% los programas sociales, el 12% y los subsidios a la energía, el 10%.
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