El papa Francisco fue internado la semana pasada por un cuadro de bronquitis prolongada en el Policlínico Agostino Gemelli de Roma. Sin embargo, el parte médico del Vaticano informó este lunes que el argentino posee “una infección polimicrobiana del tracto respiratorio”, se trata de un "cuadro clínico complejo" que “obligó a modificar aún más la terapia”.
El sumo pontífice de 88 años tuvo una serie de complicaciones respiratorias desde que empezó el 2025, por las cuales tuvo que suspender la lectura de la homilía dos veces, debido a sus dificultades para leer en voz alta.
La salud del papa Francisco
La primera vez fue durante el jubileo que se le hizo a las Fuerzas Armadas en la Plaza de San Pedro, en Roma. Frente a miles de personas que se reunieron en las afueras de la Santa Sede, Francisco fundamentó un “fuerte resfriado” y delegó la lectura a otro compañero.
Poco tiempo después, el episodio se volvió a repetir. “Y ahora pido al sacerdote que continúe leyendo. Yo con mi bronquitis no puedo ahora. Espero poder la próxima vez”, dijo, aquejado visiblemente por la tos y la falta de aire.
En el libro “Soñemos juntos”, el papa Francisco contó que se sometió a una operación, en donde le extirparon el lóbulo superior derecho del pulmón cuando tenía 21 años. Fue en 1957, cuando el hoy máximo referente de la Iglesia católica cursaba el segundo año del seminario diocesano de Buenos Aires y fue víctima de una fuerte epidemia de gripe, que desencadenó un cuadro febril intenso.
“Un perfecto, que se dio cuenta de que lo mío no era el tipo de gripe que se cura con aspirina, me llevó al hospital. De entrada, me sacaron un litro y medio de agua del pulmón y ahí me quedé peleando por vivir”, narró en el libro. Al tiempo, precisó cómo siguió su vida después de aquel momento: “Durante meses no sabía quién era, si había muerto o vivido. Ni siquiera los médicos sabían si sobrevivirá. Me acuerdo de que un día le pregunté a mi madre, abrazándola, si iba a morir”
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