La actividad industrial arrancó el 2025 en caída y de esa forma se interrumpió, al menos temporalmente, la incipiente recuperación iniciada en el segundo semestre del 2024. La baja fue del 1,3% mensual desestacionalizado. Para febrero las perspectivas no son promisorias para uno de los sectores que más sufrió la recesión que signó al 2024, que es además uno de los principales generadores de empleo. De hecho, entre los industriales, según una encuesta reciente de la UIA, hubo moderación del optimismo hacia lo que viene tanto para sus empresas como para la economía en general.
El Indec publicó el informe del Índice de Producción Industrial (IPI) manufacturero correspondiente a enero. La baja del 1,3% mensual desestacionalizado dejó a la producción industrial en una caída del 1,5% respecto a noviembre del 2023. Es decir: el sector fabril todavía no logró recuperar lo perdido en los primeros meses posteriores a la devaluación decidida por el actual Gobierno en sus primeros días de gestión. El impacto en el consumo interno, por la baja de los salarios reales frente al pico inflacionario de esa suba del 118% en el precio del dólar, fue un mazazo que se combinó con la apertura económica en un contexto de baja competitividad.
Esta misma semana, desde la UIA destacaron: "La industria local enfrenta una doble presión competitiva: externa e interna. En el ámbito internacional, se destacó la competencia desleal con un 63,5% de empresas que reportó impactos negativos por precios de dumping. A nivel interno, las empresas se encontraron afectadas por la evasión e informalidad, donde 1 de cada 3 empresas afirmó verse afectada por el contrabando de productos. Entre los principales motivos por los que estas variables impactan de forma negativa, se encuentran: altos costos en comparación a otros países y la consecuente venta de productos importados a precios muchos más bajos, la elevada carga impositiva en Argentina, la informalidad y la comercialización de productos de menor calidad en el mercado".
Y agregaron: "Las expectativas de cara al futuro se moderaron, con una menor proporción de empresas que prevé mejoras en su situación económica empresarial (61,7% vs. 67,8% en el relevamiento anterior), en su sector de actividad (58,1% vs. 68,1%) y a nivel país (68,6% vs. 75,5%)". Los datos, que surgieron de una encuesta realizada por la propia UIA entre empresarios del sector, también mostraron caídas en la producción y las ventas al mercado interno en el último cuatrimestre.
Desde la consultora LCG afirmaron que, para febrero, no se esperan grandes mejoras y que la dinámica de los próximos meses será en subibaja: “Para la industria los datos de avance que permiten anticipar la evolución del sector son escasos a esta altura del mes, pero entendemos que la dinámica de un crecimiento dispar y con subas y bajas seguirá siendo la norma en el corto plazo”.
Con todo, hoy la actividad fabril, gracias a la recuperación del segundo semestre, logró quedar solo 1,5% por debajo de la de noviembre del 2023. En enero hubo además una mejora del 7,1% interanual, aunque vale destacar que la base de comparación del primer mes del año pasado es demasiado baja, por el mencionado impacto que tuvo la devaluación en la producción.
Desde ACM reseñaron: “Si bien el desempeño interanual se ve favorecido por una base de comparación baja, el retroceso mensual en la serie desestacionalizada responde a factores más coyunturales. En este sentido, algunos sectores presentan variaciones negativas asociadas a ajustes productivos y reconfiguraciones de mercado, mientras que en ciertos rubros la actividad suele disminuir en esta época del año”.
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