El presidente de la Nación, Javier Milei, firmó este lunes el DNU 2025-179-APN-PTE mediante el cual autoriza la celebración de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El mismo establece la urgencia de esta operación para garantizar la estabilidad macroeconómica, reducir la inflación y fortalecer la posición del BCRA, factores esenciales para la recuperación económica del país.
El nuevo acuerdo con el FMI se enmarca en el Programa de Facilidades Extendidas (EFF, por sus siglas en inglés), con un plazo de amortización de diez años y un período de gracia de cuatro años y seis meses. Los fondos obtenidos estarán destinados exclusivamente a la cancelación de:
Letras intransferibles en dólares estadounidenses en poder del BCRA. Estas letras fueron emitidas por el Tesoro Nacional en 2015 y su primer vencimiento es el 1° de junio de 2025. Deudas contraídas en el marco del programa de 2022 con el FMI, cuyos vencimientos operen en los próximos cuatro años. El decreto destaca que la ejecución de este nuevo acuerdo no comprometerá la política de déficit fiscal cero impulsada por el Gobierno. En este sentido, los fondos no podrán ser utilizados para cubrir gastos corrientes o inversiones, sino que estarán dirigidos exclusivamente a cancelar deudas existentes con el BCRA y el FMI.
Justificación del DNU A pesar de que el Congreso de la Nación tiene la facultad de aprobar la toma de empréstitos y arreglar el pago de la deuda, en el decreto se argumenta que la situación de urgencia hace imposible seguir los trámites ordinarios para la sanción de una ley, lo que justifica la adopción inmediata de esta medida.
De acuerdo con la Ley 26.122, el decreto será remitido a la Comisión Bicameral Permanente para su evaluación y posterior tratamiento en ambas cámaras del Congreso. No obstante, el decreto aclara que la aprobación del crédito no implica que el Congreso asuma la responsabilidad de los términos del acuerdo negociado, que es competencia exclusiva del Poder Ejecutivo.
El rol del BCRA en el nuevo acuerdo Uno de los puntos clave del decreto es la necesidad de revertir la posición financiera del BCRA, que desde 2005 hasta finales de 2023 experimentó un deterioro significativo en la calidad de sus activos. Gran parte de su balance está compuesto por instrumentos emitidos por el Tesoro Nacional, lo que limitó su capacidad para promover la estabilidad financiera y económica. Esto fue agravado por el cepo cambiario, que dificultó la eficiencia de la economía y la inversión a largo plazo.
En 2024, el BCRA adoptó una nueva metodología contable que reveló un patrimonio neto nulo y un resultado negativo para el ejercicio de 2023. Para mejorar su posición financiera, el Gobierno decidió avanzar en la cancelación de las Letras Intransferibles emitidas por el Tesoro y destinar los fondos del nuevo acuerdo con el FMI a este fin. Asimismo, el programa permitirá despejar vencimientos del Tesoro en los próximos años, dando mayor certidumbre a los tenedores de bonos y mejorando la sostenibilidad del proceso de estabilización.
Política monetaria y reducción de la inflación En el decreto también se enfatiza la importancia de contar con un nivel adecuado de reservas internacionales en el BCRA para garantizar su capacidad de intervención en el mercado de cambios y, al mismo tiempo, reducir la inflación. La acumulación de reservas es una condición necesaria para la liberación progresiva de los controles cambiarios, que han sido una barrera para el desarrollo económico del país.
El Gobierno, por su parte, reiteró su compromiso con la eliminación del financiamiento monetario del déficit fiscal, en línea con las políticas del FMI. La reducción de la deuda interna con el BCRA es un paso indispensable para restablecer la confianza en la moneda nacional, disminuir el riesgo país y facilitar el acceso de Argentina a los mercados de crédito internacionales. |